LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. 4º ESO

  Este viaje há sido y será uno de mis mejores experiencias que tuve en mi vida. Con ella aprendí no sólo muchísimas cosas interesantes sobre roma, pero también fortalecí las relaciones con mis amigos y amigas.   El Coliseo, majestuoso y decadente a la vez, era como un gigante en medio del caos de la ciudad. Al adentrarme en sus entrañas, pude ver las sombras de gladiadores que se batían en combates mortales para entretener a un público ávido de espectáculo. Cada piedra, cada arco, resonaba con los ecos del pasado, recordándonos que la grandeza y el esplendor de Roma jamás desvanecerán. El Foro Romano, en sus ruinas fragmentadas, parecía dibujar un paisaje de grandiosidad en decadencia. Entre columnas desmoronadas y templos en ruinas, las huellas de una civilización gloriosa quedaban impresas en la memoria colectiva. Me imaginaba a los antiguos romanos caminando por aquellas calles, negociando en los mercados, discutiendo en los debates políticos y dejando su impronta en la historia. P

  E n el corazón de Roma se encuentra el majestuoso Foro Romano, rodeado de antiguas ruinas y testimonios de la grandeza del Imperio. Pero en la actualidad, el foro es también un lugar de encuentro para jóvenes desempleados, artistas callejeros y turistas. Cada día, Giovanni, un joven italiano sin trabajo, va al foro para tocar su guitarra y cantar sus canciones. Un día, conoció a Martina, una turista española que quedó cautivada por su música y su historia. Juntos, recorrieron el foro y descubrieron la belleza de la historia y la cultura romanas, pero también la cruda realidad de la pobreza y el desempleo. Giovanni encontró en Martina una amiga y una aliada en su lucha diaria por sobrevivir en una ciudad cada vez más difícil. Así, el Foro Romano se convirtió en un símbolo de la compleja realidad social y cultural de Roma, donde el pasado y el presente se entrelazan en una lucha constante por la supervivencia.