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Delgado 4C

 La pequeña tienda del centro


Me dijeron que necesitaba ropa nueva, y tan rápido como me lo dijeron me encontraba frente a una pequeña tienda en el centro de la ciudad. No parecía que se tratara de un gran almacén, ya que apenas contaba con dos trabajadores, los cuales debo resaltar que estaban impecablemente vestidos, como si de una boda se tratara. La tienda por fuera no pasaba de una humilde vitrina en la cual se exponía la ropa de la temporada y algunas de las ofertas del momento; por dentro tampoco cambiaba mucho la cosa, era una tienda pequeña, con una iluminación amarillenta, dos pisos en los cuales la ropa estaba expuesta de forma completamente organizada y a conciencia, por las prendas que pude observar a primera vista parecía ser una tienda de ropa para varón. El humilde local no parecía muy concurrido, apenas pude notar que se encontraban allí otros clientes, y en los que sí me fijé fue en una hombre que aparentaba estar en sus 60 años y en una pareja de media edad, todos ellos parecían ser personas adineradas. La ropa allí expuesta podría considerarse "clásica" y a pesar de estar hecha con lo que parecía el mejor material del mercado, los precios me parecían excesivamente elevados. 

Me apeteció explorar y decidí dirigirme al piso de abajo. Los escalones eran negro mate y la barandilla estaba hecha de un grueso cristal el cual de una forma grotesca cambiaba todo el ambiente de la tienda a algo que se podría definir como "moderno". El segundo piso de abajo era apenas distinto al piso de arriba, más ropa expuesta contando ahora con algunas corbatas dobladas y expuestas sobre varias mesas circulares y algunos probadores, 3 para ser exactos, de los cuales apenas 1 parecía estar ocupado. Igual que en el piso anterior, el suelo era de una piedra de un color crema suave, las paredes de un blanco suave y los muebles de una bonita madera que tenía aspecto de valer mucho. Finalmente me decidí por una camisa de cuadros, un pantalón azul oscuro y una corbata azul y negra de rayas.

Comentarios

  1. Buen relato, las descripciones son muy detalladas y realistas. Quizá se echa de menos la intención crítica propia de Galdós

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