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Estévez 4C Decatrón

Un día, en la casa de mi madre, vi en el móvil un anuncio de una tienda nueva que vendía artículos deportivos cuyo nombre era Decatrón, me quedé curioso por el  nombre, parecia tener conexión con robots. Yo le pregunté a mi madre si podíamos ir un día para ver si valía la pena comprar ahí, si la tienda fuese buena, aprovechabamos y comprabamos unos zapatos nuevos.

Unos días más tarde, en el fin de semana, el sábado por la tarde, le recordé a mi madre para ir a la tienda y ver que venden, ella me dijo que lo haríamos después de las cinco y quince ya que teníamos que ir a llevar a mi hermano a la casa de mis abuelos ya que él no quería venir. Al salir de casa para ir a dejarlo, nos dimos cuenta que no teníamos las llaves del coche, no fue un gran problema ya que no pensábamos usarlo ya que no tenía suficiente gasolina. Cogimos un autobús, lo dejamos en la casa de mis abuelos, y cogimos otro autobús en dirección a la tienda.

Al llegar ahí, hemos visto que la tienda pertenecía a una empresa grande sin muchos problemas económicos, ya que el establecimiento era masivo. Al entrar en el edificio nos dimos cara a unas cajas modernas totalmente automáticas, no había ningún funcionario en el establecimiento, había máquinas por todas partes, las cajas eran unas mesas con pantalla táctil, habían teles por todos pasillos para responder a dudas de donde esta un articulo en la tienda. Era todo muy sistemático y automatizado, los únicos funcionarios que habían no eran de la tienda ya que eran pagados aparte por otra empresa para hacer de guardias a la entrada.

Después de admirar la tienda desde la entrada, dimos los primeros pasos dentro de la tienda, mientras nos adentrabamos en el edificio, fuimos admirando lo moderno que era, el techo era muy alto con luces pequeñitas y potentes, el color que mas resaltaba era el blanco, lo unico que no era de color blanco era un gris oscuro, parecia una fabrica futuristica, al concentrarse en el objetivo original y cerrar la boca de la admiración nos dirigimos al pasillo principal que conecta a todos los otros pasillos secundarios. Los primeros pasillos estaban expuestos artículos de escalada. En el siguiente pasillo tenía artículos de caza. En los siguientes pasillos eran de caminata; natación; ciclismo; tenis; camping; tipos diferentes de pelotas como volley, basket y rugby; de ski y snowboard.

Nosotros nos dirigimos directamente al de caminada ya que solo queríamos ver cómo eran los zapatos de esta tienda, al entrar en el pasillo podíamos ver por las paredes todo tipo de zapatos, coloridos, grandes pequeños, para correr para andar, estábamos alucinados, nunca habíamos visto tanta variedad de zapatos en un solo lugar. Unos zapatos en especifico me llamaron la atención, eran unos negros y rojos, con unas formas y una elasticidad perfecta.

Al final decidimos llevarnos eso, al salir del pasillo nos dimos de caras con una de esas máquinas asistentes. Decidimos probar cómo funcionaban, eran muy dinámicas y simples, podrás tener tu respuesta en cuestión de segundos sin tener ningún tipo de problema. Al acabar de poner a prueba el robot, nos dirigimos a las cajas. Me sorprende ver aquello vacío, no había nadie, solo los mismos robots de antes, mientras mi madre ponía el código del multibanco, yo me pensaba los problemas que esto podría crear, el desempleo de mucha gente. Comenté el tema con mi madre y ella me respondió que habrá otros trabajos, eso no me había convencido del todo.

Cuando acabamos de pagar, salimos del establecimiento, y cogimos un autobús en dirección a casa de mis abuelos. Al llegar ahí cogimos a mi hermano y fuimos a nuestra casa en autobús. Al llegar a casa fui a calzar en seguida los nuevos zapatos, aunque mi madre me había dicho para usarlos solo en las clases de educación física. Después decidimos ir más veces ahí no solo por los zapatos sino porque había muchísima variedad de cosas. Me encantó ir a Decatrón.


Comentarios

  1. Muy buen relato. La descripción del lugar es detallada e interesante... quizá lo que faltaría es algo de 'la intención crítica' que tenían los realistas como Galdós.

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