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Paulo-Lobo. 4B - Otro miércoles

 Otro miércoles más, Maricarmen entró en el oscuro restaurante acompañada de su padre. Se sentaron en la misma mesa, la segunda a la izquierda. En realidad, se podían haber sentado en cualquiera, ya que el restaurante estaba más vacío  que la nevera de un estudiante de Erasmus. La camarera se acercó a la mesa. Daba la sensación de que estaba aburrida o enfadada, o las dos cosas. Mientras hacían el pedido, Maricarmen se dió cuenta que la camarera ni les miraba a la cara. La camarera afirmó con la cabeza y se dirigió rápidamente a la cocina. Mientras Maricarmen y su padre esperaban por la comida, charlaban tranquilamente. Se escucharon unos gritos que venían desde la cocina. No se sabía muy bien en qué lengua hablaban. A lo  mejor, era inventada, o hablaban en código para que nadie les entendiera. Al instante, la camarera volvió con los platos. Los posó con tan poco cuidado que la salsa se escurrió por el borde de uno de ellos.  No le importó los más minino. Se dió media vuelta sin disculparse siquiera. El silencio reinaba en aquella pequeña sala. Se hacía muy incómodo estar comiendo en aquella situación, ya que había otras dos camareras, cada una en una punta del restaurante, que no hacían nada más que mirarlos fijamente. De vez en cuando, desviaban la mirada hacia un pequeño televisor que había en una de las esquinas. A Maricarmen le apetecía postre. La camarera se acercaba lentamente, y ella pensó que le preguntaría si querian algo más. Mientras levantaba los platos, dijo que se dirigieran a la caja para pagar. Maricarmen se levantó. Mientras una de las camareras le cobraba, Maricarmen se fijó con una cajita vacia, la cual estaba forrada con un papel que ponía “donaciones para el refugios de animales del barrio”. Ni un céntimo había en ella. Antes de salir, una de las camareras les agradeció muy seriamente. Maricarmen se giró una última vez hacia atrás y vió como apagaban las luces de aquel triste restaurante.


Comentarios

  1. Muy buena descripción de ese espacio narrativo... muy realista y con claro espíritu galdosiano y de crítica social. Muy bien conseguido

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