DO AMARAL.4A.EL FUTURO INCIERTO

 En ese día soleado María se levanta y piensa que puede hacer. Vistiéndose se le ocurre la idea de ir a esa tienda que ya hace varios días le apetecía conocerla. 

Siempre que por ahí pasaba, miraba con cierta curiosidad a la tienda. Las paredes eran blancas, el espacio era pequeño, tenía unas escaleras que bajaban al piso de abajo. Pero se notaba que el ambiente en esa tienda era intenso. María sentía amargura.

El nombre de la tienda siempre le causó un poco de indignación; “El futuro incierto”.

Cuanto más se acercaba a la tienda, más la tienda se alejaba. Pensó que podían ser alucinaciones, pero podría ser que no lo fuesen. Al fin y al cabo cuando llegó a la tienda entró. Y vio que había 2 personas. La cajera y la trabajadora. La cajera tenia una cara malvada, una verruga en la cara y bigote lo que le hacía que se pareciera a una bruja. En cambio, la trabajadora parecía super amable. Como música de fondo pasaba Rock.

María cuando estaba dentro de la tienda, se acordó que tenía una fiesta al día siguiente y que no tenía el look perfecto, entonces pensó que la tienda podría solucionar el problema. Inspeccionaba las camisas, tiraba los pantalones y los zapatos... Nada le parecía que le quedasen bien.

Hasta que la señora amable de la tienda le sugiere que vaya al piso de abajo que había más cosas dentro, de moda. María sigue su consejo, baja las escaleras y se da cuenta que tenía razón. Ese piso, era el piso perfecto para encontrar alguna pieza de ropa bonita para su fiesta. Aunque, ahora miraba las camisas, los pantalones y los zapatos. Por fin la ropa encajaba perfectamente en sus expectativas.

Cuando María estaba subiendo para dirigirse a la caja, para pagar. La señora le pregunta si María no quiere mirar su edición limitada, que estaba en una parte escondida del espacio de abajo. María acepta y por allí se dirige. Esa edición parecía tener un poder diferente con las personas. María se sentía diferente cerca de ellas. Se sentía bien, feliz, alegre, lo contrario que se sentía en la parte de arriba de la tienda. Hasta que se le ocurre que lo mejor para comprobar si realmente esas piezas le hacen sentir así era probarlas. Durante el camino al probador, María sintió que su estado de ánimo era diferente a aquel con el que estaba en esa sala de la edición limitada. Pero siguió su camino para los probadores. Y justo cuando estaba llegando, empezó a oír unos pasos, pero los ignoró porque pensaba que eran unos normales, de la parte de arriba de la tienda. Al entrar en el pasillo de los probadores mira que hay muchos de ellos que están con la puerta cerrada. Lo que le pareció un poco raro, porque no había nadie en la tienda aparte de las trabajadoras y María. Pero no le quedaba muchas opciones que entrar en uno que tenga la puerta abierta. Cuando esta entrando en uno de los probadores y va a cerrar la puerta... Se enteró que ese probador no tenía luz pero tenía una sombra un poco rara de un payaso asesino. Sale del probador, piensa que puede haber sido una de las otras alucinaciones que tiene, va a entrar a otro, cuando de repente... se dio cuenta que al final de alucinaciones... NADA.