Y ahí estaba yo, en ese gimnasio de Marisol, más específicamente el gimnasio Aquafitness, tenía mucha energía y claridad, esa luz que lograba entrar por sus enormes paredes de vidrio transparente, que yerguen entre viviendas y calles residenciales de esa urbanización poblada de personas dinámicas y emprendedoras. En la primera planta de este gimnasio las aguas de las piscinas oscilaban de un lado al otro por el movimiento de sus asiduos nadadores que alegremente siguen las instrucciones de los atentos auxiliares, que día a día les brindan sus conocimientos y animaciones para hacer de sus cuerpos más atléticos y fuertes. La segunda planta se distingue por el glamour y la novedad de sus máquinas ordenadas de acuerdo al conjunto de músculos que se pretende trabajar. En esta planta deambulan los amables trabajadores ofreciendo apoyo y asistiendo a los deportistas que diariamente van a ese lugar para liberar las tensiones y las malas energías. En el sótano de sus modernas instalaciones se encuentran las salas de clases de grupo en donde la variedad de ejercicios que se realizan cubren con ingenio y creatividad cualquier bifurcación deportiva existente. En este increíble lugar hay espacios para ejercitarse, ducharse y relajarse con todos los implementos que se necesitan para salir de ahí como nuevos. Sus pisos de hule de alta calidad y durabilidad reducen el impacto del ejercicio y protegen a los clientes de cualquier lesión, haciendo un armonioso contraste con sus paredes blancas y la luz del sol que entra a través de sus grandes ventanales.
Apenas asistiendo unas horas a este fascinante local lleno de caras sonrientes de ese personal y de sus seguidores que liberan tanta dopamina, serotonina y endorfina, puedes convertirte inconscientemente en un ser maravillosamente feliz, que parece no tener ningún problema.
Apenas asistiendo unas horas a este fascinante local lleno de caras sonrientes de ese personal y de sus seguidores que liberan tanta dopamina, serotonina y endorfina, puedes convertirte inconscientemente en un ser maravillosamente feliz, que parece no tener ningún problema.
Muy buen relato, como ya comentamos en clase. Con una cierta crítica solapada en ese final tan acertado.
ResponderEliminar