Observa
La señora Martina, una mujer de edad avanzada, se encontraba en Roma para visitar a su família. Sin embargo, lo que más le gustaba hacer era sentarse justo en frente a la Fontana di Trevi y observar a la gente que pasaba. Con cierta discrepancia, a Martina le gustaba intentar adivinar las historias y las motivaciones de cada persona que veía. Veía parejas felices, turistas perdidos, niños jugando y ancianos solitarios. Todos los días, regresaba a su habitación de hotel llena de historias y de reflexiones. Al cabo de muchos años, Martina se dio cuenta de que, a pesar de las diferencias culturales y sociales, todos los seres humanos comparten una misma humanidad y una misma necesidad de amor.
Buen relato realista, Isabel, pero quizá un poco demasiado breve, si le dieras un poco más de extensión te permitiría jugar con ese narrador omnisciente y con más detalles en la descripción de personajes y ambiente.
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