La definición perfecta de silencio total es el Hotel Archimede, un hotel clásico, agradable y recomendable, aúnque silencioso, obscuro y estresante. Esta pesadilla traumatizante fue experienciada por las cuatro compañeras de habitación: Lágrimas, la entristecida mujer que se desesperó por cosas desnecesarias, Consolida, la mujer que aúnque estuviera en sufrimiento, tenía siempre una sonrisa honesta y contagiosa, Alstroménia, la mujer que aúnque tuvo sus momentos perturbantes, puso siempre en primer lugar sus amistades más verdaderas y honestas, además de enseñar siempre el lado positivo de la oscuridad con su felicidad, finalizando con Begonia, la mujer tímida pero super habladora con quien confiára e inocente en los terrores del mundo, pero se quejaba siempre del amor y de como quiere algo que no puede, como si fuera un amor prohibído.
Esta experiencia empezó con la llegada de Lágrimas, Consolida, Alstroménia y Begonia al hotel, estaban todas entusiasmadas por la experiencia única de viajar con una mente aún tan joven y pura, pero ese entusiasmo terminó el segundo que entraron por las puertas para el infierno. La sonrisa contagiante de Consolida desapareció el segundo que vieron al guardia del hotel mirándolas con cara de dolor y desesperación. Estas aúnque confusas siguieron andando para la recepción para después subir a sus habitaciones. Las cuatro mujeres dejaron las maletas en la habitación para que fuesen visitar un poco de la ciudad en que estaban, después de hacer todo lo que necesitaban ya era tarde, por eso decidieron volver para el hotel. En su habitación, cuando ya estaban relajando, estaban hablando alegremente cuando de repente se oye los pasos de alguien desde al final del pasillo, que en solamente dos pasos ya estaba en la puerta de la habitación, este empieza golpeando fuertemente en la puerta pidiendo repetidamente que abrieran la puerta. Begonia, asustada y confusa, corre para abrir la puerta revelando al guardia que con desesperación en su cara y ofegante intentaba decir algo que le costaba, finalmente encontrando las palabras correctas, dijo:
- No se puede hablar alto.
Muy buena narración, Mar. Corrige dos lusismos: no existen en español, sustituyélos por . El narrador omnisciente y algunos nombres de personajes (Lágrimas, Consolida) que pueden tener un valor simbólico son técnicas que hemos visto en las novelas de Galdós. ¡Muy bien, sigue así!
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