Una de las ciudades conocidas por el amor que transmiten, entre las cuales se encuntran la hermosa París, Venecia, Lisboa y entre muchas otras, pero hoy nos referimos a Roma, la hermosa "Ciudad Eterna".
Se caracteriza por sus labirínticas, estrechas y anticuadas, sin embargo hermosas y atractivas calles. Se caracteriza por los importantísimos monumentos, tales como el grande y conocido Coliseo Romano, con una estructura espeluznantemente bella, y sin embargo terrorífica, ya que da la sensación de que en cualquier momento caerá, o por ejemplo el pequeño país gobernado por el Papa Franciso, el Vaticano, con la imperdible Capela Sixtina de Miguel Ángel.
Sumergiéndonos en las calles, observamos tiendas de cultura culinaria y de mementos imperdibles en pequeños kioskos, pero a pesar de todo, nada puede ser de belleza tan pura. El intento de venta de objetos dudosos de personas sospechosas, y en ocasiones incluso mal educadas hacia el supuesto cliente, era constante. Mis compañeros y o nos sentíamos observados en variadas ocasiones.
Sin embargo, prefiero guardar un buen recuerdo de la hermosa ciudad que me trajo alegría en los días que allí he reposado. Es una ciudad de amor y felicidad, la "Ciudad Eterna". Esta es Roma.
Buena historia, quizá mejor con un narrador externo, más al estilo del realismo.
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