Ir al contenido principal

4B TEIXEIRA-JARDIM, FRANCISCO (roma)

  En el segundo día del viaje, estaban ya todos relajados sin miedo de que nadie los descubriera en el cuarto, con la luna ya llena, iluminando los monumentos de la ciudad de Roma y el suave ruído de la lluvia mojando las ventanas.

  De repente, se escuchan tres grandes y asustadores toques en la puerta. En un segundo, el cuarto se calló, y se escondieron todos menos los dueños del cuarto lo más rápido posible. Los dueños, asustados, se acercaron a la puerta llenos de miedo de lo que les podia ocurrir. Francisco, el más valiente, asumió el cargo de abrir la puerta y enfrentar a quién por detrás estaba. Se acercó, con mucho cuidado y atención al ruído que hacía con cada paso que daba hacia la puerta.

  Abrió entonces la puerta, y, para su sorpresa, no era un profesor o guardia. Era un niño de 15 años, muy alto y fuerte, inglés y con una cara de risa graciosa. Francisco soltó un suspiro de alivio, y le preguntó que hacia allí. El niño, todavía sonriendo, respondió que queria que hicieran menos ruído, ya que también ellos estaban todos juntos en un pequeño cuarto, y no querían ser descubiertos por sus profesores.

  Al final, se despiden y cada uno vuelve a su cuarto. Francisco suspira otra vez y les pide que hicieran menos ruído, y entonces se comprometieron todos a tener más cuidado con el tono de voz en que hablaban.

Comentarios

  1. Muy buen relato, parece muy realista, buena descripción. Atención a corregir algún despiste de ortografía (ruido, sin tilde cada vez que aparece) y algún lusismo ('asustador' es un falso amigo)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

4C Rubio, Martim. Viaje a Roma

Martín, estando un poco taciturno y ansioso, se encuentra sujeto a sus propios pensamientos, en respecto a Roma, sabiendo de antemano que sería un viaje que no se olvidaría jamás, junto con todos los compañeros que compartió los libros, apuntes, hojas, amistades y alegrias durante toda su vida. Como era muy pronto, no se producía ningún tipo de ruido en su casa, dando la impresión al protagonista de ser la única presencia humana en ella.  Una vez en el aeropuerto, Martín se detiene para observar , visualizando con sus ojos, la diversidad de culturas y conocimientos que los extranjeros de todos los rincones del mundo que pasaban delante suyo atesoraban. Por el otro lado, seguía sin tener la capacidad de asimilar que tras los muchos meses hablando sobre Roma, ya estaban todos listos con el equipaje y preparados para el viaje.     El primer día se puede describir como una jornada energética, comenzando con el grupo por salir a toda prisa del hotel sin haber entrado siquiera en los cuartos

ROMA: ciudad eterna... relatos de realismo al estilo Galdós

Has estudiado el movimiento literario conocido como 'realismo' y ahora es tu turno...  Cuéntanos en un breve texto narrativo, imitando a Benito Pérez Galdós, algo de la realidad de la Roma que tú has visitado. No olvides añadir a tu relato la etiqueta <Galdós> y también AQUÍ SE CREA, e indicar el el título 4A, 4B, 4C. APELLIDO, Nombre

4A Teixeira, Sara - La mujer de la silueta

  Durante la melancólica madrugada de su último día de vacaciones, caminaba cautelosamente por las sombrías calles de su pueblo. Centrada en sus ligeros pasos, ocasionalmente tomaba consciencia de los lejanos murmúrios emitidos por los grupos de jóvenes que, desde la noche anterior, cantaban y bailaban perdidamente por efecto de las exageradas fiestas, comunes en su poblado.   Se paró frente a la puerta de la abandonada clínica médica donde, quince años antes, había nacido ella, robándole la vida a su madre, cuya esencia revivió en su hija. La clínica había cerrado siete años antes, cuando el pueblo vecino anunció la construcción de un moderno hospital que incluiría diversos tipos de servicios necesarios. Sus amigos ya la habían intentado convencer para que entrara con ellos, a ver cómo los trabajadores habían dejado todo atrás, como si la población hubiera sido evacuada, pero ella nunca tuvo valor para hacerlo. A pesar de que estaba totalmente acostumbrada a una vida sin su madre, con