El mar
que no solo es tranquilizar
también nos trae más libertad
pero sale todo mal dentro de la ciudad.
Están los hombres con brutalidad
parece que al verlos, nos viene la mortalidad
nos dan una bofetada
como si nos dieran en el corazón
y después nos empiezan a llevar,
a una prisión donde no se puede opinar.
Muy rápido pasa el calendario
donde quedamos más solitarios
y nos giramos un segundo
y parece que se va a terminar el mundo.
Al estilo del neopopularismo.
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